Cómo mantener una correcta higiene íntima


chica duchándose

La limpieza de la zona íntima femenina es vital para evitar la aparición de infecciones y enfermedades. A lo largo de la vida de una mujer su zona íntima sufre diversos cambios fisiológicos. Además, en la vagina, estos cambios vienen acompañados de variaciones en la flora y otros elementos que componen el ecosistema vaginal. El equilibrio de este ecosistema vaginal resulta vital para reducir la incidencia de ciertas patologías y asegurar el bienestar de la mujer. 

El lavado de la zona íntima de la mujer se puede llevar a cabo de forma independiente al resto del cuerpo: se puede realizar en un bidé o aprovechar cuando vas a darte una ducha de cuerpo entero. Si vas a limpiar tu zona íntima durante la ducha, has de tener en cuenta dos factores que deberán estar siempre presentes en el lavado de tu zona íntima: el uso de agua tibia y jabón neutro. Estamos ante una de las partes más sensibles del cuerpo de la mujer, por lo que su higiene y cuidado deberá ser el más delicado.

¿Cuáles son las principales infecciones relacionadas con la higiene íntima?

Las infecciones vaginales que repasaremos a continuación son las más habituales entre las mujeres, las cuales son:

Vaginosis bacteriana  

Esta es una infección vaginal muy común en mujeres en edad fértil (en la que el embarazo es posible), causada por una alteración de la microbiota vaginal y del pH en la zona íntima. Algunos de los factores que la pueden causar son los antibióticos, las duchas vaginales o tener relaciones sexuales sin preservativo. 

Candidiasis vaginal   

Esta infección vaginal es causada por la proliferación de los hongos Cándida. Unos microorganismos que causan la inflamación de la zona íntima, un síntoma que también es conocido como vulvovaginitis. La candidiasis vaginal es una de las infecciones vaginales más comunes. Hasta el 75% de las mujeres tendrá candidiasis vaginal en algún momento de su vida.  

Vulvovaginitis 

La vulvovaginitis o vaginitis es una inflamación de la zona genital que pueden sufrir mujeres de cualquier edad, incluso aquellas en la etapa de la pubertad o de la menopausia. Es una patología que puede ser causada a raíz de otra infección vaginal y que afecta a la salud íntima femenina. Provoca un flujo vaginal blanquecino con aspecto de mucosa, hinchazón, enrojecimiento e infección en la vulva o la vagina de quien lo sufre, llegando a ser muy molesta. 

¿Cómo cuidar tu higiene íntima?

La higiene íntima femenina puede verse resentida por los cambios en el pH. Los cuales pueden producirse por causas tan distintas como la obesidad, la diabetes o los tratamientos antibióticos, y pueden generar problemas tan engorrosos como las infecciones vaginales. Otro motivo frecuente y quizá no tan conocido son las desaconsejadas duchas vaginales u otros métodos de higiene íntima que no garantizan la conservación del nivel idóneo del pH, ya que arrastra las bacterias protectoras de la vagina, la microbiota vaginal. 

La limpieza excesiva puede provocar desde sequedad vaginal a una infección. Un cuidado para el mantenimiento correcto de la higiene íntima puede consistir en los siguientes hábitos: 

  • Limpieza e hidratación de la región perineal de delante hacia atrás.  
  • Uso de ropa interior transpirable.  
  • Ausencia de productos de farmacia como tampones, toallitas, aerosoles, polvos perfumados, desodorantes o lubricantes vaginales.  
  • Gel de baño con un pH ácido o básico si es necesario neutralizar la acidez, por ejemplo, en caso de sufrir candidiasis vaginal. 

La higiene íntima durante la menstruación

Durante la menstruación, la zona íntima de las mujeres necesita un cuidado especial para evitar infecciones o problemas derivados de una higiene escasa o inadecuada. Se debe controlar el tiempo pasado con la misma compresa, tampón o salvaslip y evitar llevarlos puestos un tiempo excesivo. Abusar del uso de algunos de estos elementos protectores podría traer alguna infección en la zona íntima femenina. 

Lo ideal, durante la menstruación, es llegar a un equilibrio entre no obsesionarse con la higiene íntima que pudiera llegar al punto de dañar la protección natural de la zona íntima femenina y el abandono de la higiene en esta parte tan delicada del cuerpo de la mujer. 

Algunos consejos de cara a la higiene íntima durante la menstruación son: 

  • Compresas y tampones: lo ideal es escoger compresas de algodón, pues algunos contienen materiales plásticos. Se debe escoger un producto que resulte cómodo y sea apto para la cantidad de flujo. 
  • Frecuencia de higiene: es fundamental cuidar y limpiar la zona íntima, pero también es importante no excederse, ya que podríamos eliminar parte de la flora vaginal que protege de infecciones. 
  • Ropa: uso de ropa íntima de algodón y que no apriete la piel demasiado. 
  • Productos de higiene: si se usa un jabón íntimo, es necesario elegir uno exclusivo para este fin, hay muchos jabones que contienen detergentes, perfumes, colorantes y conservantes que pueden ocasionarnos molestias y problemas.

Consejos de higiene íntima femenina

  • Limpieza diaria: es esencial limpiar la zona genital desde delante hacia atrás. El motivo es no contaminar la zona vaginal con posibles bacterias, las cuales procederían de las heces. En muchos casos, el uso de papel higiénico suele ser insuficiente, por lo que también se recomienda realizar un lavado. 
  • Olor en la zona íntima: no es necesario tratar de esconder olores que en ocasiones son naturales. Además, podría ser peligroso querer esconder estos olores porque podría impedir descubrir algún problema o infección más grave, además de que puede causar irritación. Por ejemplo, un síntoma muy característico de las vaginosis bacterianas es el olor a pescado, por lo que si lo notas, consulta con tu profesional sanitario/a, podría ser el único síntoma. 
  • Lavados vaginales: es desaconsejable realizar varios lavados diarios. Esta acción puede ser dañina para aquellas bacterias que conviven de manera natural en la vagina(microbiota vaginal). Lo que sí se desaconseja por completo para estos lavados es usar esponjas o guantes de fibras sintéticas, que transmiten con facilidad cualquier tipo de gérmenes. Estos lavados vaginales únicamente estarían indicados en caso de prescripción médica. 
  • Relaciones sexuales: es necesario limpiar correctamente la zona íntima antes y después de mantener relaciones sexuales, además de orinar después para prevenir otras afecciones como la cistitis. 
  • Uso de algodón para la ropa interior: otro tipo de tejidos impiden la transpiración y retienen la humedad, facilitando la aparición de gérmenes. Por ello, usar ropa interior de algodón, te ayudará a prevenir alguna infección además de rozaduras por llevar ropa íntima ajustada.