El estrés es un mal compañero para tu salud íntima


Algunas situaciones nos exponen a un nivel de estrés que influye en nuestra salud. Los síntomas más habituales se manifiestan en piel, cabello o sueño. Pero también la salud íntima se ve directamente afectada por el estrés.

Para entender por qué el estrés influye en nuestra salud íntima debemos fijarnos en las hormonas. La producción de hormonas tiene lugar en la glándula suprarrenal, que fabrica cortisol, directamente relacionado con el estrés. Así, el estrés influye en la regulación hormonal que, además del cortisol, involucra otras hormonas, como las sexuales. El desequilibrio hormonal es un factor que predispone a las infecciones vaginales, ya que de él depende el pH del medio en que se encuentra la flora vaginal. Un desequilibrio en la flora vaginal puede aumentar el riesgo de infecciones, causantes del picor vaginal y otros molestos síntomas.

Cuando la proporción de Lactobacillus en la mucosa vaginal disminuye, ésta se vuelve más vulnerable a las infecciones, ya sean bacterianas (por exceso de otras bacterias en la flora) o fúngicas (por el hongo Candida). En el primer caso, hablamos de vaginosis bacteriana, mientras que el segundo, se trata de una candidiasis.

Pero más allá de la protección vaginal y la prevención de las infecciones vaginales, unas condiciones óptimas en la mucosa vaginal facilitan las relaciones sexuales. Cuando la mucosa no tiene el grado de humedad adecuado, es decir, cuando tenemos sequedad vaginal, las relaciones íntimas pueden resultar molestas o dolorosas. En estos casos, es recomendable aportar una hidratación específica en la zona vulvovaginal que respete el pH y la fisiología de la zona íntima. Un gel íntimo como GineCanesgel® te ayuda a mantener el pH fisiológico de la zona vaginal.

Intenta reducir el nivel de estrés y llevar una vida más relajada; ¡tu salud íntima lo agradecerá!